Buenísima idea. Alguna vez escuché también que lo que importa no es leer mucho, sino haber leído una buena y pequeña selección de grandes obras. De hecho, muchos de los mayores pensadores de la historia tenían una biblioteca muy modesta. Creo que Spinoza, u otro filósofo, solo tenía 40 libros.
Gracias Álvaro! El ejemplo de Spinoza es muy bueno :-) El reto entonces es cómo encontrar esa pequeña colección de grandes obras que en las que merece la pena profundizar.
Los clásicos que nos han llegado es por algo :-) En mi caso, hace poco leí la novela original de Frankenstein. Tenía la intuición de que debería ser una novela buena, pero estaba realmente subestimándola: es buenísima. Si la novela es buena en la actualidad (siendo que se publicó en 1818), es porque muy probablemente también seguirá siendo buena en muchos más años jaja
Buenísima idea. Alguna vez escuché también que lo que importa no es leer mucho, sino haber leído una buena y pequeña selección de grandes obras. De hecho, muchos de los mayores pensadores de la historia tenían una biblioteca muy modesta. Creo que Spinoza, u otro filósofo, solo tenía 40 libros.
Gracias Álvaro! El ejemplo de Spinoza es muy bueno :-) El reto entonces es cómo encontrar esa pequeña colección de grandes obras que en las que merece la pena profundizar.
Exactamente, sobre eso, yo uso el efecto Lindy. Básicamente, leer clásicos.
Los clásicos que nos han llegado es por algo :-) En mi caso, hace poco leí la novela original de Frankenstein. Tenía la intuición de que debería ser una novela buena, pero estaba realmente subestimándola: es buenísima. Si la novela es buena en la actualidad (siendo que se publicó en 1818), es porque muy probablemente también seguirá siendo buena en muchos más años jaja
Exactamente, a eso me refería con el efecto Lindy. Es muy útil para decidir.